Sofisma

El Arte de la Mentira Disfrazada de Verdad

Introducción

El sofisma es un viejo truco filosófico y retórico. Desde la Grecia clásica se entendía como un razonamiento que aparenta ser lógico y verdadero, pero que en realidad es falso.

Es un ardid intelectual, un disfraz que viste a la mentira con ropajes de verdad para engañar a quienes no tienen el tiempo, la energía o la formación para analizar con profundidad.

La élite regresiva, experta en la manipulación de masas, ha hecho del sofisma su arma predilecta.

No necesitan verdades, solo apariencias. Ellos saben que lo que se repite con fuerza, con autoridad y con la bendición de los medios masivos termina siendo aceptado por la mayoría como “realidad”.

Sofismas modernos: la agenda woke

En nuestra era, los sofismas no se presentan en debates filosóficos, sino en titulares, campañas publicitarias y discursos políticos.

La llamada agenda woke es un ejemplo perfecto. Se presenta como un movimiento de justicia social, tolerancia y respeto, pero al observar con detenimiento, descubrimos que está plagada de contradicciones internas, dobles estándares y manipulación emocional.

Algunos ejemplos:

• El sofisma de la libertad: se dice que todos tienen derecho a expresarse, pero si alguien cuestiona la narrativa oficial, es cancelado, censurado y tachado de intolerante.

• El sofisma de la igualdad: se promueve una supuesta equidad que en realidad crea privilegios artificiales para minorías selectas, mientras margina al resto bajo la excusa de “reparar injusticias históricas”.

• El sofisma de la compasión: se apela al dolor, a la emotividad y al victimismo, como si sufrir fuese un título para obtener poder y control social.

  
  

Cada uno de estos argumentos aparenta nobleza y bondad, pero detrás se oculta un mecanismo perverso: dividir, fragmentar y debilitar a la sociedad para hacerla más controlable.

La Matrix del sofisma

El gran truco de los regresivos es hacernos vivir dentro de un mar de sofismas. Nos enseñan desde niños a aceptar “verdades” que nunca hemos comprobado, nos bombardean con imágenes y narrativas que despiertan emociones, pero que carecen de sustento real.

El sofisma no busca convencer con la verdad, sino someter con la confusión. La agenda woke, en este sentido, no es más que una nueva piel del viejo engaño: el Caballo de Troya de la élite regresiva.

Promete justicia pero siembra caos, promete libertad pero establece nuevas cadenas, promete diversidad pero exige uniformidad de pensamiento.

Conclusión

El sofisma es el lenguaje de los regresivos. La verdad es el lenguaje de la luz. Mientras sigamos cayendo en los engaños emocionales y los razonamientos falsos de la agenda woke y similares, estaremos atrapados en la Matrix del engaño.

Reconocer el sofisma es el primer paso para despertar, recuperar nuestra capacidad de discernir y abrazar la verdad sin máscaras.

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