Las Cuerdas del Padre Creador

En el principio no hubo materia… hubo vibración.

Un suspiro del Padre Creador recorrió el vacío y lo llenó de sonido.

Ese primer pulso fue la nota original, el Verbo,

la melodía sagrada que dio forma al Todo.

La ciencia moderna la llama “Teoría de las Cuerdas”.

Dice que en lo más diminuto de la existencia no hay partículas,

sino filamentos de energía danzando al compás de frecuencias invisibles.

Pero los sabios antiguos ya lo sabían:

todo lo que vibra… vive.

Y todo lo que vive… canta la canción de la Creación.

Cada átomo, cada estrella, cada pensamiento,

es una cuerda vibrando dentro del cuerpo de Dios.

Y tú, alma viajera,

también eres una cuerda del Creador.

Cuando piensas, cuando amas, cuando sientes,

tu energía cambia de frecuencia,

armonizando —o desentonando— con la sinfonía cósmica.

La ascensión no es otra cosa que volver a afinarse

con la frecuencia primordial del Amor.

No se trata de huir del mundo, sino de recordar la música que llevas dentro.

Porque el universo entero es un gran instrumento,

y tu corazón… es su nota más pura.

Deja que tu alma vibre en luz,

y las dimensiones se abrirán ante ti como pétalos del Eterno.

Serás uno con el Todo,

una cuerda viva tocada por las manos del Padre Creador.

 “Quien recuerda su vibración, recuerda quien es.”